El inicio de la historia de las telecomunicaciones en México y la telefonía rural comienza a la par de las grandes potencias del mundo, pues México apenas seis años después que Estados Unidos, en 1851 estableció la primera red telegráfica de alrededor de 180 Km entre la ciudad de México y el poblado de Nopalucan en Puebla.

En 1878 se introduce por vez primera la telefonía en el país, y comienza ahí el proceso evolutivo, la expansión y el crecimiento de las telecomunicaciones; en 1883 se establece la primera comunicación internacional entre Estados Unidos de América y México.

telefonia rural

Para mediados del siglo XX, en 1947 nace Teléfonos de México, quien a la postre termina absorbiendo a las dos empresas telefónicas importantes en la época, Mexeric y La Mexicana, lo que permite una rápida expansión e incremento en la cobertura. Sin embargo, estos crecimientos se enfocaban en su mayoría en las ciudades de mayor importancia y con alta densidad de usuarios, luego ciudades medianas y casi siempre rezagando al último lugar a las poblaciones pequeñas y apartadas del país.

A partir de 1964 México comienza su historia en los servicios satelitales; por medio de la UNAM se comienza a trabajar con el sistema satelital (gubernamental en esa época) INTELSAT, adquiriendo capacidad satelital para estaciones terrenas, en particular, el centro de operaciones en Tulancingo desde donde se alimentan las señales principales para los juegos olímpicos de 1968. Esta infraestructura es posteriormente utilizada en 1985 con los satélites Morelos I y Morelos II, cuando por fin, surgen los primeros servicios telefónicos en banda C.

La distancia, en todo servicio de telecomunicaciones, siempre ha sido un factor que impacta el costo, al igual que el volumen de usuarios, dados estos factores es comprensible que las zonas rurales del país han sido marginadas de servicios básicos de telecomunicaciones por décadas.

Las primeras terminales o estaciones terrenas con servicios telefónicos conmutados en el país llegaban a tener un costo de más de 15 mil dólares americanos, lo que hacía imposible su adquisición por el usuario final; la única vía como estos servicios podían implementarse, era a través del financiamiento y subvención del gobierno. Esto limitaba la cobertura y despliegue de los servicios a pocas comunidades que por el número de habitantes resultaban beneficiadas.

A finales de la década de 1990 surgieron los primeros servicios  de telefonía móvil vía satélite, a pesar de su relativo bajo costo (alrededor de 6 mil dólares americanos), el costo por minuto y los horarios de operación, así como el hecho que las primeras versiones requerían al menos 70% de apertura a cielo abierto, los hacían artículos fuera del alcance de la población en general.

Es finalmente en la década del 2000, que el relativo bajo costo de las terminales VSAT (1,500 dólares americanos) permitió que la telefonía rural comenzara a ser asequible para el usuario final, para entonces el costo por línea promediaba los 200 dólares.

WiBo comenzó el despliegue de la red telefónica rural en esa época, con un enfoque de casetas telefónicas comunitarias, abriendo una oportunidad de servicio a sus distribuidores e integrando una solución completa con servicio de tarificación, cobranza y cabinas de llamada, este modelo de negocio floreció durante toda esta década, logrando colocarnos como líderes, operando alrededor de 500 comunidades, con igual número de casetas telefónicas en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán, Veracruz, Tabasco y Quintana Roo.

Sin embargo, las necesidades de los usuarios iban más allá de los servicios de caseta pública.

WiBo comenzó el desarrollo de una solución de telefonía VoIP específicamente orientada a los sistemas satelitales, dado que entonces, los servicios de telefonía VoIP eran provistos por terceros, en muchas ocasiones pasando por alto las necesidades específicas del servicio vía satélite.

Al no existir una solución a la medida, se invierte en el desarrollo en hardware y software orientados específicamente en una solución eficiente en términos de uso de capacidad satelital, poniéndose como objetivo reducir el costo promedio de una línea satelital de 200 dólares, a 100 dólares, y luego a 50 dólares americanos.

En 2014 se instala la primera comunidad prototipo, donde a excepción de los servicios de caseta de 1 a 8 líneas, en esta ocasión se instalan servicios para 50 usuarios, el proyecto resultó un éxito y comenzó a replicarse en las comunidades donde ya existían servicios de casetas rurales.

Bajo este nuevo concepto, donde se busca que el usuario pueda tener su propia línea privada en su domicilio, se rompe con una tradición histórica de marginación y negación de servicios por cuestiones de cobertura y costo.

En 2015 se comienzan las gestiones para la apertura de la central telefónica para servicios locales y de larga distancia nacional exclusiva para WiBo, comenzando su construcción en la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco, el punto de interconexión con todos los operadores fijos y móviles más cercano al telepuerto de Aguascalientes.

Esta central entra en operación en 2016, permitiendo contar con numeración propia de los 28 estados de la república donde WiBo tiene presencia, además de permitir un enlace directo entre la red pública telefónica nacional conmutada y los servicios vía satélite.

WiBo es el primer concesionario de una red pública de telecomunicaciones la historia de México que lleva servicios directo de telefonía rural al hogar en localidades históricamente inviables para operadores tradicionales o donde incluso, sólo el operador más grande (Telmex) llegaba, forzado por el compromiso social derivado de su título de concesión.

Adicionalmente es el primer servicio telefónico fijo directo al hogar sin costo de llamadas entrantes vía satélite, ofreciendo tarifas por minuto en tráfico saliente equiparables a servicios móviles terrestres o incluso mejores.

El objetivo a largo plazo, es integrar a la solución de telefonía rural los servicios de datos directo al hogar, permitiendo a las comunidades apartadas completar el esquema básico mínimo de servicios de telecomunicaciones, a costos competitivos.

Con más de 15 mil usuarios activos, WiBo se establece como el operador telefónico fijo vía satélite con mayor crecimiento y expansión en comunidades rurales donde el servicio telefónico fue una ilusión hasta hace apenas pocos años.

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