Internet satelital: crucial para el monitoreo de infraestructuras críticas
Diariamente usamos electricidad, bebemos agua, utilizamos algún medio de transporte por combustión, llamamos por teléfono o utilizamos gas mediante ductos o tanques para cocinar o bañarse. Tras estas actividades cruciales se encuentran las llamadas infraestructuras críticas, entre las que destacan las centrales eléctricas, sistemas de agua, sistemas de telecomunicaciones, centrales nucleares, entre otras. En el pasado era difícil monitorearlas, no obstante, ha surgido una opción que garantiza su interconexión para corroborar su seguridad y funcionamiento vital: la conectividad vía satélite.
Es gracias a la comunicación segura y eficiente vía satélite y a sus características, como su ubicuidad y alcance en zonas remotas, que se ha posicionado como la opción más confiable para muchas industrias, tanto del sector público como privado. A continuación, mencionaremos como la combinación de las tecnologías de monitoreo remoto y el internet satelital han optimizado la gestión de infraestructuras críticas, previniendo fallas tempranas o actuando rápidamente ante casos de emergencia.
Internet satelital es sinónimo de alcance global
El internet vía satélite destaca entre el resto de opciones de conectividad por superar las limitaciones geográficas y las de la infraestructura de telecomunicaciones terrestres, permitiendo así que el sector privado y público no tengan que enfrentar los problemas típicos al usar fibra óptica o redes móviles, que son insuficientes o inexistentes aún en muchas regiones.
Tal alcance global resulta crucial para el monitoreo remoto de infraestructuras críticas por una simple razón: muchas de ellas operan en zonas remotas, donde apenas hay presencia humana, ya sean montañas o selvas profundas, desiertos, regiones árticas, entre otras.
Podría pensarse la posibilidad de implementar las opciones tradicionales de conectividad en tales zonas, no obstante, no resulta para nada rentable si consideran la inversión que ello requiere: como las evaluaciones tipográficas, el diseño de la red, la adquisición del cableado y fibra óptica, adquisición de permisos por parte de las autoridades, negociaciones con propietarios de tierras ejidales, la implementación de infraestructura (como torres celulares, cables de fibra, entre otros elementos), la contratación de suficiente personal, entre otros.
A ello se debe que, en tales casos, resulte mucho más conveniente optar por la conectividad satelital. Tal alcance se debe a los satélites geoestacionarios que pueden llegar hasta las zonas cuya topografía complica la instalación de infraestructura de comunicaciones terrestres. Asimismo, la tecnología satelital brinda un ancho de banda adecuado para transmitir suficientes volúmenes de datos, como imágenes de alta resolución y datos para el monitoreo efectivo del estado y rendimiento de las infraestructuras críticas.
Monitoreo remoto y constante
¿Se imaginan lo que ocurriría si una infraestructura crítica resulta dañada? Seguramente se complicaría la vida de muchas personas al no recibir los servicios necesarios. Aquí juegan un papel indispensable el monitoreo en zonas remotas mediante tecnologías, como los sistemas de telemetría, sensores y el internet vía satélite. Esta combinación permite la recopilación de datos de la operación y rendimiento de dichas infraestructuras desde ubicaciones distantes.
Tales datos son transmitidos a los centros de control centralizados a través del internet satelital, que es un excelente aliado para el IoT para su análisis en tiempo real y, de esta manera, detectar anomalías para aplicar las medidas correctivas requeridas. Al instalarse los sensores a lo largo de los conductos de tales infraestructuras, como oleoductos o líneas eléctricas, es posible detectar variaciones en parámetros críticos, como la temperatura, presión o flujo. De esta manera, se detectan igual problemas diversos, por ejemplo, sobrecalentamiento y riesgos de incendio ante aumentos repentinos de temperatura o fugas ante caídas de presión.
Mantenimiento efectivo
Mediante el monitoreo remoto es más fácil implementar estrategias de mantenimiento preventivo para evitar fallas catastróficas o que deriven en paros operativos. La recopilación continua de datos acerca del estado de las infraestructuras permite al personal de mantenimiento detectar patrones de daño y planificar intervenciones en momentos adecuados para que no se interrumpan los suministros y producciones.
Por ejemplo, en sistemas de agua, si hay vibraciones constantes en bombas o compresores, significa que hay problemas de instalación o desgaste y que, probablemente, requiera un reemplazo rápido de sus componentes o de todo el dispositivo entero. Datos así evitan fallas mucho más costosas, evitando así altos costes en gasto público, pérdida de rentabilidad o descontento por parte de los usuarios.
Acciones rápidas en caso de emergencia
Imaginen lo que puede ocurrir si hay una fuga de gas o petróleo o una explosión en subestaciones eléctricas. Esperemos que algo así nunca suceda, pero igual es importante detectar rápidamente cuando tales casos de emergencia ocurren para actuar lo más pronto posible y evitar sus impactos negativos tanto para las empresas, autoridades, usuarios y medio ambiente. Incluso si las comunicaciones terrestres quedan fuera de servicio ante situaciones adversas, la tecnología satelital permanecerá disponible para una coordinación efectiva de quienes se encarguen de solucionar los problemas acontecidos.
Al combinar el internet por satélite con sistemas de monitoreo, cualquier incidente crítico será informado en cuestión de segundos, junto con información detallada acerca de su gravedad como su ubicación. De esta manera, es posible evaluar la situación y determinar los recursos requeridos para su solución. Asimismo, es posible acceder a contenidos visuales para medir el problema en zonas remotas agilizando así las operaciones correctivas.
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